Punto es punto que diría
Boskov, noche de perros, el verde complicado por el temporal de estos días y lo
principal un Celta eléctrico, con mucho cuerpo y ganas, esta combinación anulo
a un Athletic que es bien cierto se empleo a tope en defensa y que con un par
de buenas intervenciones de Gorka, evito que los gallegos se fueran al descanso
con ventaja, presión asfixiante sobre los jugadores más determinantes y mucha
rapidez y hambre, una sorpresa en toda la extensión de la palabra, no fue este
Celta ni el que gano en la ida de la copa ni mucho menos el que salió derrotado
en sus dos visitas a la Catedral en este 2014.
El primer tiempo fue para
olvidar, no contamos un disparo a puerta de los nuestros si dos jugadas muy
peligrosas por parte celeste, primero Santi Mina de primeras en un buen centro
de Orellana, remato demasiado cruzado, y la más clara fue para Charles, que se
topo con un inspirado Iraizoz, que envió a córner, toda una declaración de
intenciones, que paso factura en el nivel físico a los de Balaidos en la
segunda, donde no obstante tuvieron la ultima cuando el Athletic considero que
el punto era bueno, esta segunda parte vio un Athletic mucho más compacto y
deseoso de sacar tajada del cansancio por desgaste de los locales, la entrada
de Ibai por Susaeta dinamito un poco el partido, Muniain de tiro cruzado
silencio la grada para poco después Kike Sola, sustituto de Aduriz no fue capaz
de rematar un centro muy muy favorable de Oscar De Marcos, tal vez un premio
demasiado gordo para los nuestros, admiración a el juego Celtiña, que no le
quiso perder la cara al partido aunque el bajón físico no permitió mucho más, el
desgaste encomiable, sin duda alguna este equipo volverá a estar arriba si el
trabajo va en esta línea, En resumen el punto es bueno, aunque se esperaba más
de los nuestros, cierto es que el Celta salió con la lección muy bien
aprendida.
Cronica Deia
La primera parte de los
locales fue buena. Su entrenador, Luis Enrique, le ganó la batalla táctica a
Ernesto Valverde y sus jugadores, con una asfixiante presión, lograron encerrar
al Athletic en su campo.
El Celta gozó de varias
ocasiones en la primera parte. Con el Athletic
parcialmente desdibujado -los de Valverde no tiraron entre los tres palos en la
primera parte-, el equipo gallego mostró todo su potencial: Santi Mina y
Charles, en dos ocasiones, pudieron marcar, pero la falta de acierto y el palo
lo evitaron.
El paso por los
vestuarios le sentó bien al conjunto bilbaíno, mucho más fresco que su rival. A
medida que el Celta pagaba el desgaste realizado, los rojiblancos crecían en la
presión y tenían mayor protagonismo en campo contrario.
Sin llegar a probar a Yoel,
la sensación de peligro del Athletic era mucho más grande y eso forzó a su
rival a retroceder varios metros. Luis Enrique oxigenó a su equipo con la
entrada de Augusto Fernández y Nolito, pero fue Muniain quien enmudeció el
estadio vigués con un espectacular disparo que salió desviado por muy poco.
El Celta estaba tocado y
el Athletic, mucho más entero, aún tuvo una última oportunidad pero el centro
de Óscar De Marcos lo desvió Gustavo Cabral dentro del área pequeña, con Yoel
superado y Kike Sola completamente solo detrás del defensa argentino.
Los rojiblancos estaban
volcados y lo pudieron pagar, ya que Rafinha y Mario Bermejo, que acababa de
entrar en el terreno de juego, tuvieron el gol de la victoria para el Celta en
el descuento.
- Ficha técnica:
0 - Celta de Vigo: Yoel
Rodríguez; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny; Alex López (Nolito, min.63),
Krohn-Dehli, Rafinha; Orellana, Santi Mina (Augusto Fernández, min.54) y
Charles (Mario Bermejo, min.81).
0 - Athletic: Iraizoz; De
Marcos, Gurpegui, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, Mikel Rico; Susaeta (Ibai,
min.74), Ander Herrera, Muniain; Aduriz (Kike Sola, min.65) Árbitro: Del Cerro Grande (colegio
madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Santi Mina (min.54) por parte del Celta
de Vigo, y a Mikel Rico (min.22), Iturraspe (min.32) y Ander Herrera (min.77)
por parte del Athletic.
Incidencias: Partido de
la vigesimotercera jornada de la liga BBVA disputado en el estadio municipal de
Balaídos ante 17.880 espectadores, según anunció el club gallego. Se guardó un
minuto de silencio en memoria de Guillermo Rey, ex directivo del Celta.
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