Actualidad esta semana al querer reflotar un equipo de regional, desde la directiva, hoy hablamos de Fran Yeste, un jugador querido y a la vez de los más criticados, ya que su fútbol y su calidad eran superiores, siempre se dijo que de haber tenido la cabeza y salidas más reposadas hubiera sido lo que le hubiese querido en el mundo del fútbol.
"Mi objetivo es terminar mi carrera deportiva en el Athletic, mi único club”. Fran Yeste ha pertenecido siempre a las categorías inferiores del Athletic. Es uno de los jugadores con más calidad, aunque los problemas de pubis que arrastra hace tiempo le han condenado a participar menos de lo que a él le gustaría.
Debutó con el Athletic el 7 de febrero de 1999 contra el Racing de Santander, cuando todavía pertenecía a las categorías inferiores. Esa temporada jugó 8 partidos con el primer equipo, pero cuando acabó la campaña volvió a las filas del Bilbao Athletic.
Uno de los mejores asistentes de la Liga, 1999/2000 fue su primera temporada como integrante del primer equipo, aunque disputó solamente seis partidos. La posición de media punta es su favorita.
Es el talento y la creatividad del Athletic, aunque su mala cabeza le juega a veces malas pasadas. Dado a perder los nervios, sus ‘chiquilladas’ han perjudicado en los momentos más inoportunos al equipo, como su ‘famoso’ empujón a Iker Casillas la última temporada, o una expulsión similar ante el Valladolid unas jornadas antes.
A pesar de este ‘pronto’, Yeste es un jugador clave a la hora de ejecutar las acciones de estrategia a balón parado. La temporada 2003/2004 explotó como goleador, anotando 12 dianas en Liga. En sus once temporadas en Primera, el zurdo de Basauri ha sumado 280 partidos, rozando los 50 goles (48).
Polémico dentro y fuera del terreno, el jugador ha sido expedientado en más de una ocasión por incumplir el régimen interno del club por sus salidas nocturnas.
Salio del club cuando regentaba el banquillo Joaquin Caparros en 2010, la mala relación con Jokin, un partido nefasto en Bruselas de Europa League y la relación tenebrosa con la prensa por sus salidas nocturnas y un intento de renovación a la baja, propiciaron su marcha a Qatar, buen dinerito por un corto espacio de tiempo, y a vivir, a sus 34 años esta fuera del fútbol en activo, más por su mala cabeza que por sus condiciones, la grada de San Mames sigue apreciando a un futbolista cuyo recuerdo siempre estara en la memoria de todos por sus comportamientos dentro y fuera del campo, de genio a incomprendido, más querido que repudiado por una afición que siempre tendra presente aquella zurda de oro.
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